domingo, 5 de septiembre de 2010

POEMA QUE DIO FUERZA A NELSON MANDELA


INVICTUS:
Desde la noche que sobre mi se cierne,

negra como su insondable abismo,

agradezco a los dioses si existen 
por mi alma invicta.

Caído en las garras de la circunstancia

nadie me vio llorar ni pestañear.

Bajo los golpes del destino

mi cabeza ensangrentada sigue erguida.

Más  allá de este lugar de lágrimas e ira

yacen los horrores de la sombra,

pero la amenaza de los años 
me encuentra,
y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el camino,

cuan cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma
                       (William Ernest Henley)

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